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EL DIARIO digital
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El Pampero ganó, tal vez, el partido más importante de su historia. Lo hizo de forma agónica y casi heroica, en un partido vibrante que se jugó ayer en el estadio Mateo Calderón. Los sureños derrotaron 4 a 3 a Atlético Santa Rosa, le sacaron el invicto y se afianzaron en zona de clasificación al Torneo Provincial.
Quienes pagaron el ticket en Villa Santillán presenciaron el mejor partido de la temporada, no solo porque hubo siete goles, sino también por lo cambiante del trámite y también por el inesperado cierre que tuvo el encuentro.
El Pampero, en su primera temporada en Primera "A", visitó por primera vez el mítico Mateo Calderón, el estadio que supo recibir tres encuentros del viejo Nacional y donde tuvieron lugar varias contiendas deportivas memorables.
Los de la Colonia Santa María no quisieron ser menos a esa rica historia ya que jugaron un partido para enmarcarlo en un cuadro y colgarlo en la sede del club. Se enfrentaron con un Atlético Santa Rosa que llegaba como líder de la Zona "B" pero con un arrastre de varios partidos sin lograr su mejor nivel futbolístico.
Baile sureño
El equipo dirigido por Bruno Janes salió a jugar como si estuviera en el Lusail de Qatar, un 18 de diciembre de 2022. Mordió en defensa, peleó cada pelota, cortó los circuitos del Albo y cuando atacó fue letal.
Así llegó el primer gol, después de una gran pelota por el callejón central, se fue mano a mano Sebastián Aschemacher, la tocó ante la salida de Leonardo Gómez que alcanzó a tocarla y sobre la línea salvó Guiñazú. Pero ambos se complicaron y la pelota terminó en un tiro de esquina. Lo lanzó Sebastián Aschemacher al primer palo donde anticipó Facundo Aschemacher y El Pampero se puso 1 a 0.
El partido era de ida y vuelta, el autor del gol salvó a su equipo tras un tiro de esquina y en la contra Sebastián Aschemacher -una pesadilla toda la tarde- remató apenas afuera después de dejar en el camino a varios defensores.
El segundo tanto también llegó después de un error del Albo. Hubo un lateral en ofensiva que salió sin destino y terminó en un rechazo de Ortellado, controló Facundo Aschemacher, jugó para su hermano Sebastián que la abrió sin mirar para Benjamín Lucero Alaggio, parado como puntero izquierdo, aceleró, frenó en el borde del área, remató fuerte, se desvió en el camino y engañó a Gómez que nada pudo hacer. Fue el 2 a 0 en 23 minutos.
Santa Rosa quedó al borde del KO. Erraba los pases, lanzaba centros sin gente en el área y hacía lento el movimiento de la pelota -el césped estaba altísimo y le jugó en contra-.
No extrañó entonces que llegara un nuevo gol de la visita. Sebastián buscó a Acosta y este la tocó para Benjamín Lucero Alaggio, todo desde la derecha hacia el centro del campo, el puntero le dio contra un palo y El Pampero se puso 3 a 0 en 39 minutos.
Casi sin buscarlo, Santa Rosa se puso en partido enseguida porque cayó un tiro de esquina al área, ganó Guiñazú, metió el pie Cocco y desvió la trayectoria para acortar distancias cuando corría el minuto 42.
Un gol histórico.
Sergio Guerra sacó a los dos laterales en el entretiempo y metió dos atacantes para ir a buscarlo desaforadamente.
Antes de los diez segundos pudo convertir uno de los ingresados, Valentino Carlucche, pero el testazo salió muy cerca. Luego, el otro que entró, Martín Abraham, tuvo la oportunidad de convertir pero llegó apenas tarde a definir.
Cuando parecía que Atlético iba a pasar por arriba a su rival, el partido entró en una meseta porque el Albo no tenía ideas y El Pampero se defendía muy bien.
Recién a los 34 minutos llegó una nueva emoción cuando ganó Javier George después de un tiro de esquina, el cabezazo dio en el travesaño y quedó suelto para el puntazo de Martín Abraham que anotó el 2-3.
Santa Rosa fue por más y tuvo su premio a los 46 minutos cuando otra vez Abraham, apareció sobre la derecha y definió ante la salida de Facundo Jaime para hacer estallar al Mateo Calderón. Ahora estaban 3 a 3 y había tiempo para ganarlo.
El Pampero estaba golpeado, el entrenador visitante Bruno Janes ingresó después del empate a increpar al árbitro pero, sobretodo, a enfriar el partido que parecía que se le escapaba.
Pero el fútbol siempre tiene una sorpresa guardada. El cronómetro marcaba 51 minutos del complemento, el local estaba jugado en ataque y quedó mano a mano, el juvenil de 17 años Martín Kloster (25.05.2007) ganó una pelota casi en mitad de cancha, aceleró decidido, aguantó la marca como Burruchaga ante Alemania en México 86, cuando le salió Gómez le definió cruzado para anotar el 4 a 3 en favor de La Colo.
Fue una victoria histórica para el club de la pequeña localidad del sur pampeano que lo celebró como tal. Hubo lágrimas, abrazos y una celebración a pura emoción.
También hubo una cargada -del arquero Jaime- que derivó en un intercambio de golpes, corridas, cayeron piedras y todo estuvo a nada de ser un desmadre total. Fue un cierre negro para otra tarde histórica en el Mateo Calderón.
Síntesis
Santa Rosa: Leonardo Gómez; Javier Videla, Luis Guiñazú, Maximiliano Acosta, Javier George y Agustín Carballo;
Uriel Arregui, Ignacio Zúñiga y Emiliano Cocco; Maximiliano Montoya y Leonardo Reynoso. DT: Sergio Guerra.
Suplentes: Ignacio Urreaga, Alfredo Pineda, Franco Lezcano, Gabriel Vega, Valentino Carlucche, Jeremías Lucero y Martín Abraham.
El Pampero: Facundo Jaime; Pablo Chirino, Marcos Aschemacher, Javier Ortellado y Lautaro Moreira; Marcelo Acosta, Ignacio Chavez, Nazareno Marillán y Benjamín Lucero Alaggio; Facundo Aschemacher; Sebastián Aschemacher. DT: Bruno Janes.
Suplentes: Nicolás González, Ángel González, Dante Storm, Sebastián Maldonado, Ignacio González, Robertino Razzini y Martín Kloster.
Goles: PT 10m F. Aschemacher (EP), 23 y 39m Lucero Alaggio (EP) y 41m Cocco (SR). ST 34m y 46m Abraham (SR) y 51m Kloster (EP).
Cambios: al inicio V. Carlucche por Videla y Abraham por Carballo (SR), 21m Maldonado por Lucero Alaggio y Razzini por Ortellado (EP), 32m F. Lezcano por Acosta (SR), 43m González por S. Aschemacher y M. Kloster por Chavez (EP) y 43m Pineda por Arregui y G. Vega por George (SR).
Árbitro: Diego Pereyra.
Estadio: Mateo Calderón.