Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Los Spurs se impusieron 1-0 sobre los Diablos Rojos de Garnacho en San Mamés y alzaron por tercera vez el título continental.
Pasaron 41 años para que el Tottenham volviera a coronarse campeón a nivel internacional. Desde aquel título en 1984 con Ossie Ardiles como emblema, el club londinense no sabía lo que era dar la vuelta olímpica en el plano europeo. Esta vez, en Bilbao y con Cristian "Cuti" Romero como figura y capitán, los Spurs rompieron la racha y vencieron 1-0 a Manchester United en la final de la UEFA Europa League 2025.
La historia tenía todos los condimentos: dos equipos históricos de Inglaterra, ambos con campañas flojísimas en la Premier League Tottenham 17°, Manchester 16°, pero con la posibilidad de salvar el año con una consagración europea y un boleto a la próxima Champions. En el estadio San Mamés, no hubo lujos ni juego vistoso, pero sí mucha tensión, roces, y un partido que se resolvió con más actitud que fútbol.
El gol de Brennan Johnson a los 42 minutos fue un reflejo del desarrollo: desordenado, peleado, sin claridad. Pero en ese barro, Romero se hizo gigante. Lideró a un equipo plagado de dudas con autoridad, marcó el ritmo desde el fondo y anuló por completo a Harry Maguire, el único argumento aéreo de los de Amorim. Fue un capitán a la altura del momento.
En el United, la imagen fue opaca. Garnacho ingresó recién a los 26 del segundo tiempo y no alcanzó a desequilibrar. La falta de ambición dejó expuesto a un plantel que jamás pareció entender que jugaba una final. Ni la historia reciente del club en la competencia campeón en 2017 y finalista en 2021 fue suficiente para contagiar competitividad.
Con este título, Tottenham corta una sequía europea de cuatro décadas y suma una nueva estrella internacional. Para el Cuti Romero, este partido podría ser su despedida del club, ya que el Atlético Madrid lo tiene en carpeta para el próximo mercado. Si así fuera, se va por la puerta grande, alzando un trofeo que devuelve a los Spurs al primer plano continental.
Con otro argentino como símbolo, como aquel Ardiles en el 84, el Tottenham vuelve a gritar campeón en Europa. Una noche histórica para el club y para el defensor de la Selección Argentina, que fue el alma de un equipo que, aunque golpeado, encontró en esta copa la gloria que tanto se le negó.